viernes, 29 de enero de 2010
FESTEJO
martes, 26 de enero de 2010
lunes, 25 de enero de 2010
China Zorrilla vio a las mujeres de fuego
domingo, 24 de enero de 2010
Mas criticas
Cuando se apaga la tele, se enciende la tertulia familiar armoniosa, constructiva, enriquecedora. Eso suponen quienes encontraron en la televisión el chivo expiatorio para todos los males de estos tiempos revueltos. José María Muscari, autor y director de la obra Fuego entre mujeres, los escuchó con atención. Con la misma atención con la que observa lo que muestra la tele diariamente. Inteligente, a Muscari no se le escapa que entre el discurso de la pantalla chica y el de los cruzados que ven en ella al mismísimo Lucifer está la gente, la de carne y hueso, la que tiene padecimientos que son ajenos a
"La pongo, pero en mute, a
Ingrid es la hija de una anciana perversa, pirómana, soberbia, que ha perdido el pellejo, literalmente, en un incendio pero que aún conserva las mañas. Ingrid es la madre de Luisa, una jovencita que lleva al hombro la mochila de una traumática experiencia sexual y busca deshacerse de tamaño peso bamboléandose entre la anorexia y la bulimia. Las tres generaciones de esa familia disfuncional_ que interpretan con maestría Irma Roy, Mónica Salvador y Dalma Maradona_viven juntas; son familia, como diría Ingrid por boca del grupo de autoayuda. Las tres mujeres viven enjauladas tras los barrotes de sus fantasmas. En el intento por liberarse, se chuzan, se desprecian, se humillan mutuamente. Pero también se quieren, se compadecen, buscan a tientas algún antídoto contra la furia que les corroe el alma.
Y allí, en el living modesto y kitsch que comparten, está el televisor, un electrodómestico en el que cada una de ellas busca lo que le falta. Luisa (Dalma Maradona)se mira en el espejismo de los cuerpos televisados y se afana por encarnarlos como si fueran reales. Su abuela (Irma Roy) fija las retinas en la pantalla para ver lo que
Ojalá tuvieran razón los adalides de la corrección política que, munidos de razonamientos sofisticados, predican lo que Ingrid cree de un modo ingenuo y desesperado:
Por Adriana Schettini.-
Maradona y una nota exclusiva
DM-Estoy feliz tanto con el estreno como con la obra en si.
Interpretar a una chica con tantos problemas y tan distinta a mi me da la posibilidad de mostrarme como actriz y eso siempre esta bueno. Pienso que el estreno fue mi mejor función por ahora ,pero espero poder superar eso. Mi personaje es Luisa ,una chica que tiene una pésima relación con su madre y con su abuela ,tiene bulimia, anorexia y alcoholemia, de todo, hasta delirios de querer ser odalisca y de admirar a los personajes mediáticos. Desde mi punto de vista es una historia terriblemente cruel que esta contada desde el humor y eso hace que contar algo tan triste sea mas llevadero.
p-¿Que significa ser dirigida por Muscari, y trabajar con una institución dentro del teatro como Irma Roy?
DM-Es un placer trabajar con los dos. A Irma la admiro como actriz ,pienso que es un regalo compartir el escenario con ella porque aprendo muchísimo ,tiene mucho oficio y eso se nota y con José ,me encontré con una persona que es un sol, aparte de ser buen director, muy claro y preciso a la hora de pedirte algo como actriz ,es una hermosa persona y eso ayuda con el vinculo actor-director y particularmente me ayudo a mi a preparar a Luisa.
P.¿Sentís que te vas despegando un poco del apellido Maradona, cuando te costo que te valoren por tus propias condiciones, te gusta hacer mas comedia que drama?
DM-Siento que despegarme del apellido Maradona es muy difícil ,pero siento que muy de a poco la gente empieza a valorarme por mis trabajos . Siempre digo que si de mi se va a hablar igual por ser la hija de... por lo menos que se hable que estoy trabajando ,haciendo algo que esta bueno, que se yo...
En cuanto a la comedia y el drama me siento muy cómoda en los dos terrenos, y siento que esta obra los integra perfectamente a los dos. Puede que mucha gente no conozca mi parte de comedia porque si me ven en una nota soy muy seria ,pero la verdad es que creo en el humor como arma indispensable para vivir y me divierto mucho, tanto en mi vida como en mi trabajo.
P-La nota transcurría y por más que la entrevista es por sus dotes de actriz, no podíamos dejar de preguntar por su padre:¿Lo notas más tranquilo a Diego ahora que se clasificó al mundial?
DM-Obvio, fueron meses de mucho sufrimiento, pero verlo a él y saber que nunca tuvo la duda de no estar en este mundial ,me dejaba mas tranquila. La selección es lo que lo hace feliz ,entonces para mi no hay dudas.
p-¿Como es tu relación actual con la prensa, sabemos que tenes algunos amigos como el conductor de Infama no?
DM.Soy muy respetuosa del trabajo de los demás por lo tanto siempre que puedo tengo una relación buena con la prensa, pero lo que no puedo aguantar a veces es que muchas personas no tienen limite y por vender una revista hacen cualquier cosa, sin tener en cuenta que atrás de sus inventos hay familias que no tiene nada que ver con los medios y no entienden y sufren mucho, esa gente me da mucha pena. Pero igualmente no me quedo con eso y si con gente que vale la pena como mi amigo Santi, la verdad tenemos una muy linda relación, tenemos el mismo humor , nos reímos mucho y nos entendemos ,es mi amigo incondicional.
P-¿Que significa para vos el estar en
DM.Significa para mi un logro como actriz, aunque no es estrictamente necesario para mi estar en calle Corrientes, si no fuera así igualmente haría teatro porque es lo que me hace feliz ,pero hay que reconocer que esta bueno el lugar que ocupa la obra y que formo parte.
Y quedarme en verano en Bs Aires para mi es una experiencia nueva ya que es la primera vez , pero estoy disfrutándolo.
P-Pese a ser la hija de un famoso tratas de hacer una vida normal, salir a bailar, divertirse, te vimos con mucha sonrisa en Sunset.
¿Queres que la actuación sea tu medio de vida?.....
DM-Trato de tener una vida normal como la de todos,a veces me sale mejor y otras veces no tanto, pero se que son las reglas del juego.
Si bien odio hablar de mi vida privada entiendo que si quiero ser actriz hay cosas que vienen con eso y me la tengo que bancar. Pienso en ser actriz hasta el día que me de la sensación que soy plena todos los días antes de salir a escena, esa cosa que creo que ningún otro trabajo me generaría, pero ahora quiero ser actriz y seguir preparándome para eso.
P.Le temes a la inseguridad que hay en
DM-No soy paranoica pero si tengo mucho cuidado ,no me gusta la inseguridad, me parece que uno de los temas mas graves q tiene mi país y estaría bueno que se le de mas importancia.
P-Te gusta ser casera, mirar la tele, salir que opinas del facebook y de este nuevo fenómeno Ricardo Fort
DM:Me mude sola hace poco así estoy disfrutando muchísimo mi casa. Por otro lado amo mirar películas, uso facebook pero no me obsesiona, para nada y de Ricardo Fort no opino porque no lo conozco.
P-¿Como sos como tía, esta bien tu hermana en medio de todos los rumores que hay, como es tu relación con tu mama y con tu Papá?
DM.Soy una tía babosisima y malcriadora por donde lo mires. Tengo perfecta relación con mi hermana y como quiero que siga así no opino de su vida, ella no tiene nada que ver con los medios y prefiere cuidar a su familia de todo eso y la respeto, solo digo que esta feliz y es una Mamá increíble......
P-Hace poco lo escuchamos hablando a Diego de Sandro a vos te significo algo su muerte
DM-No lo llegue a conocer ni a vivir el furor de su música pero gracias a Fuego entre mujeres, empecé a quererlo y a cantar sus canciones
P Para terminar que le dirías a los santafesinos que pasean por Bs Aires para invitarlos a ver la obra en el teatro Tabaris
DM.Que esta muy buena ,que van a pasar un rato divertido y me van a ver a mi haciendo cosas que ni se imaginan, que les mando un beso grande a todos y los esperamos en el Tabaris.(Corrientes 831 de Capital Federal)
La entrevistada se ríe y esta de muy buen humor y eso a uno como periodista lo llena de placer por el deber cumplido también con los lectores.
Fuego entre mujeres
viernes, 22 de enero de 2010
miércoles, 20 de enero de 2010
Crítica Web
Desde el 06 de enero se presenta en la sala Petit del Teatro Tabarís (Av. Corrientes 829) la obra escrita y dirigida por José María Muscari "Fuego entre mujeres" con las actuaciones de Irma Roy, Dalma Maradona y Mónica Salvador.
Muscari, quien reescribió esta obra, antes llamada "Piel de Chancho" que marco el retorno a las tablas de María Aurelia Bisutti, recurre a tres generaciones de mujeres, abuela, madre y nieta, quienes cada una por su lado presenta un gran drama y una situación conflictiva, que al unirlas forma un cóctel explosivo (como la mayoría de las obras de este autor) al compás de la música del ídolo de las tres, Sandro.
Cada una de las figuras le da su aporte a la obra, Irma Roy con un personaje que ronda lo bizarro, protagonizando a una abuela entre moderna y desprejuiciada que hace lo posible por entender a sus sucesoras, mientras espera una operación estética luego de un accidente sufrido.
Sorprende gratamente Dalma Maradona, quién por momentos muestra toda su furia tanto como para su abuela como para su madre y por momentos también aflora la ternura, esta muy bien acompañada por Salvador y Roy, quienes cumplen una labor acorde.
En esta obra se tocan temas fuertes, se habla en volumen alto, se insulta y se sufre, ninguna de las tres mujeres quiere hacerse cargo de "sus problemas", aunque por uno u otro motivo terminan cediendo.
"Fuego entre mujeres" es una obra fuerte, que toca temas difíciles, con un toque de humor y sarcasmo y mucha música, que además sirve para tomar conciencia de que ellos existen.
Una buena obra, recomendada para gente de mente abierta.
Más críticas
Una casa, tres mujeres; un ídolo, tres generaciones; un elemento que las une, muchos que las separan; una familia, tres mujeres a punto de estallar.
Para su última obra José María Muscari decide revisitar por primera un texto de su autoría, es así que tomando su Piel de chancho (la cual se estreno hace breves cuatro años en el Teatro del Pueblo con el protagónico de María Aurelia Bisutti) para esta oportunidad realiza una serie de cambios, el más relevante, el ídolo que une a estas tres generaciones: Sandro (siendo su figura lo que inunda toda la escenografía, y sus canciones, la que musicalizan toda la obra)
En esa casa conviven (o mejor dicho, se desata la guerra entre) abuela, hija y nieta. Irma Roy es naná, la abuela piromaníaca, quien tuvo un accidente y por eso se encuentra vendada, y se encuentra en la espera de un injerto de piel de chancho, gracias a que su hija Ingrid (Mónica Salvador) le comento sobre este revolucionario procedimiento, ésta es alcohólica, medicada, le cuesta asumir su sexualidad y tiene una hija Luisa (Dalma Maradona) anoréxica, bulímica y con aspiración a ser como Fairuz.
Es de imaginarse que a lo largo de la obra uno no se encontrara con una obra común y corriente, como una verdadera obra de Muscari nos encontraremos con situaciones disparatadas, muchos juegos verbales, gran cantidad de cortes: monólogos al público, bailes, y grandes dosis de delirio.
En esta ocasión el director convoca a tres actrices con las cuales no había trabajo anteriormente, se percibe un parejo y muy buen nivel, pero lo más destacado es que todas se sitúan en la misma estética, desde ya, esto es de vital importancia para cualquier puesta, pero mucho más en una obra como esta donde el director tiene una impronta tan particular. Irma Roy logra un trabajo destacado, uno se encuentra con un ser que nunca creyó que esta actriz podría llegar a hacer, y lo hace con gran nivel y salvajismo.
Mónica Salvador, por lo menos para este crítico, es toda una revelación, una actriz con peso, convincente, que sabe manejar la atención y logra un ser muy interesante (es una lástima que en la dramaturgia, el tema de su sexualidad no tenga otros quiebres que podrían hacer aun más rico este personaje)
Dalma Maradona tiene a su cargo un difícil personaje, la misma sale aireosa, si bien tiene demasiados estallidos (los cuales algunos se ven aun forzados) logra un personaje volcánico, con peso, pero que también tiene lugares débiles, espacios donde vemos los sufrimientos de éste personaje, que decide protegerse con un manto de bestialidad, para no mostrar lo débil de su ser.
Muscari plantea una obra plagada de elementos kitsch y textos fogosos, textos que queman; muestra una relación familiar particular, pero que fuera del humor, es algo que puede no estar tan lejos de la realidad. Una puesta cuidada, divertida, para disfrutar, siempre y cuando, uno pueda protegerse, de ese fuego entre mujeres, del cual, es difícil salir (aunque sea) acalorado.
Crítica de Norma Dumas
Toda la sinuosa subjetividad psíquica, anímica y acaso también inapelablemente virósica que subyace en el insoslayable espíritu de Muscari reaparece aquí, con su profano misticismo a cuestas y con su insaciable pretensión de “espantar” a una humanidad que, inexorablemente, ya está curada de espanto.
Intuyendo que la vida es un eterno y arrogante “grotesco“, la deschava descarnadamente y sin anestesia previa sustentando que, después de todo, la existencia sigue siendo un mísero y estrepitoso estado de ánimo.
Como siempre se rodea y se regodea con alegorías, eufemismos y substancias metafóricas que consiguen, al fin, convencer y conquistar a una audiencia que, indecorosamente, se muere de ganas de ser convencida y conquistada.
No es de extrañar que, de tan “piola“, se reserve siempre el derecho de elegir lo más proyectivo del acerbo artístico y atiborre el escenario festivamente para que, al fin de cuentas, no dejar que la sangre llegue al río.
En este caso, una motivada y suspicaz Irma Roy, una gallarda Mónica Salvador y una fresca Dalma Maradona (con el” valor agregado” de su apellido a cuestas), lo ayudan a sentenciar que en este mundo no hay Biblia que no se enamore, alguna vez, de algún transido calefón.
En la noche del estreno la rutilante omnipresencia de Sandro deambulaba por allí, mientras sus restos descansaban revestidos de eternidad en un salón del Congreso.
Norma Dumas
martes, 19 de enero de 2010
Entre risas e ironías
La pieza presenta a una familia cruzada por la desgracia, los celos, la envidia y también el amor, cuyo único punto de contacto son las canciones de Sandro, que sirven como bálsamo entre ataque y ataque.
Son tres generaciones diferentes funcionando en una dinámica cruel y sin piedad de la que no pueden salir, en la que una abuela pirómana y con un pasado homicida rige la casa.
La mujer, interpretada con gran solvencia y sin tapujos por Roy, se encuentra desfigurada y vendada de pies a cabeza tras la explosión de un calefactor, esperando poder recibir un transplante de piel de chancho.
Su hija (Salvador) es quien mantiene económicamente a todas, trabajando en una librería junto a una socia con la que parece tener más que una relación comercial.
Finalmente, la menor de la casa (Maradona) es una adolescente anoréxica y bulímica, que sueña con ser odalisca y quemar las grasas de su abdomen, entregada una y otra vez a terribles dietas con las que quiere esconder los abusos de su padre.
Sin abandonar su sello personal, Muscari logra en "Fuego entre mujeres" una de sus puestas más completas y redondas, sin dilaciones ni autorreferencias innecesarias.
Sobre el escenario, las actrices logran una excelente química y llevan con solvencia una pieza de textos difíciles que no les da respiro y en la que cada una tiene su momento para lucirse.
Mientras Maradona logra una buena interpretación de un personaje difícil, Roy y Salvador sacan a relucir su probado oficio con performances que arrancan carcajadas y aplausos a telón abierto.
La obra es una versión remozada de "Piel de chancho" -el espectáculo que Muscari estrenó en 2006 con María Aurelia Bisutti en el papel principal-, que llega ahora a la calle Corrientes con menos ánimo de provocación y más profundidad.
"Fuego entre mujeres" se presenta en el teatro Petit Tabaris (Corrientes 831), con funciones de jueves a domingo a las 21.30.
domingo, 17 de enero de 2010
Crítica La Nación
Buenas actuaciones y acertado trabajo de Muscari en Fuego entre mujeres
Fuego entre mujeres . De José María Muscari. Con Irma Roy, Dalma Maradona y Mónica Salvador. Escenografía: Marcelo Valiente. Vestuario: Vessna Bebek. Iluminación: Marco Pastorino. Dirección: José María Muscari. Sala Petit Tabarís. Duración: 60 minutos.
José María Muscari estrenó hace unos pocos años Piel de chancho . En aquella oportunidad, la pieza contaba con la actuación de María Aurelia Bisutti, en el rol de una señora mayor que vivía (habría que decir: sobrevivía) con su hija y su nieta. En escenario, Bisutti, y no su personaje, daba tanta sensación de fragilidad que podía generar una molesta sensación en el espectador que quitaba fuerza a la feroz ironía que planteaba la obra.
Ahora, con Fuego entre mujeres , reescritura de aquel trabajo, con el solo hecho de haber elegido para ese papel a Irma Roy, mujer de armas tomar y de una lucidez incuestionable, el juego teatral fluye de manera mucho más efectivo y potente, instalándose así la propuesta muscariana sobre andaribeles más sólidos y de un humor corrosivo.
Como en montajes anteriores, Muscari, en términos tanto escenográficos como evocativos, realiza una especie de homenaje al mantel de hule, una reivindicación del paraíso plástico de Colombraro y una celebración de lo kitsch. En esta versión, ese mundo está "zurcido" (¿será al crochet?) por las canciones de Sandro y por su imaginería, de la cual las tres mujeres dicen ser fieles devotas.
Pero si bien a las tres las une Sandro, son más las cosas que parecen separarlas. Por eso mismo, tanto abuela como madre e hija se dicen las peores barbaridades. No tienen filtro alguno. Son golpeadoras, manipuladoras, anoréxicas, mitómanas, desbocadas, acosadoras y adictas a la pulsión constante de degradar a la otra. Cada una, como es lógico, tiene sus conductas predilectas, y en ese intercambio se sacan chispas (y la utilización del término es un tanto apropiada, teniendo en cuenta que una de ellas tiene una indisimulable pulsión piromaníaca).
También es cierto que detrás de todos estos artilugios, y aunque uno de los personajes diga lo contrario, representan una forma más de los modelos familiares de los Campanelli o los Benvenuto, en los que en la escena final todos terminan comiendo alrededor de una mesa. En el subtexto de Fuego entre mujeres sucede algo similar: se dicen las peores cosas, pero en varias escenas terminan alrededor de la mesa. En ese punto, Muscari desmenuza con habilidad los vínculos entre madre e hija, en las que las conductas miméticas se reproducen más allá de nosotros mismos, de nuestro amor hacia nuestros padres y nuestro espanto por encontrar los puntos en común con ellos como si todo fuera un camino inexorablemente cíclico. Quizás ahí radique la inteligencia del texto de este (ex) chico del under acostumbrado a pensar escénicamente haciendo teatro.
Claro que hay que reconocer que para que esos distintos planos funcionen parte de esa inteligencia es haber convocado a Irma Roy, a Mónica Salvador y a Dalma Maradona, quienes, apelando a tonos diversos, superan los trazos gruesos para indagar en las texturas más profundas de estas tres criaturas que viven en medio de un fuego cruzado permanente.
sábado, 16 de enero de 2010
Combustión espontánea
La desgracia para Naná es que ha sido víctima de su propia medicina: friolenta, por acercarse demasiado a la estufa con el salto de cama de matelassé rosa, “me prendí fuego viva”. Y ahora está hecha un desastre, “un camión de Manliba”, según la desbocada nieta Luisa. Llena de vendas, supurando, exhalando mal olor, candidateada para un injerto de piel de chancho proveniente del criadero del hospital, que matan el mismo día de la operación. Y no quieran ustedes saber más detalles, porque ahí ya entramos en pleno mondo trashy muscariano, ese universo donde una nieta puede escupirle a su abuela el bocado de manzana que está masticando; y una hija cuarentañera amenazar a su madre: “A vos te voy a tirar al Riachuelo, pero sin escafandra...”
Así va la convivencia de este trío de mujeres de tres generaciones en Fuego..., disparándose hostilidades, pullas, verdades crueles que hacen troncharse de risa al público. Y aquí es donde se cocina lo subversivo de la obra: en esta imitación exacerbada de la vida, a través del burlesco (no del escarnio) el dramaturgo y director consigue que el público se ría de sus propias miserias, angustias, deseos liberados por el texto y por esas tres actrices zarpadas que, ante todo, son tan capaces de tomarse el propio pelo.
Brillante y audaz la convocatoria de Muscari, así como los logros en la dirección actoral que ha dado cauce a la potenciación de estilos interpretativos y energías diferentes, lo que redunda en un singular intercambio de timbres y colores. Irma Roy recupera majestuosamente las tablas, imponente como la momia del comienzo (o monstruo de Nahuel Huapi, al decir de Luisa), falsa ingenua siempre, pícara retozona cerca del final. Dalma Maradona cautiva con su encanto personal y su desenvoltura, midiéndose de igual a igual con Roy, con Mónica Salvador, quien a su vez defiende con mucha altura el rol menos jocoso, más conflictuado y amargo, estableciendo una suerte de gravedad (no de solemnidad), de secreta pesadumbre entre la abuela inimputable y la nieta parapetada en su adolescencia tardía. Dicho esto sin desconocer los reclamos de la abuela porque la vejez es mal vista, tenida por descartable en el mundo actual, o la problemática de bulimia y anorexia que sobrelleva Luisa, a su vez, víctima de abuso por parte del padre.
Otra de las virtudes del último Muscari es la inspirada aplicación del habla coloquial, mezclando –con riqueza de referencias– anacronismos, frases hechas, vocablos, marcas populares (la nieta le dice “te doy trula” a la abuela y ésta elige Heno de Pravia y Ambré de Watteau como fragancias favoritas; la madre llama a Luisa “princesa de Asturias, Carolina de Mónaco”; cualquiera puede pronunciar: marote, helados Laponia, Sapolán...). El rescate de lenguajes de altri tempi, más allá del efecto cómico, alude a formas de pensar, a usos y costumbres de décadas recientes.
Todo se completa con el glorioso vestuario de Vessna Bebek, que ha creado atavíos apropiados parta cada rol. Y, por supuesto, las canciones de Sandro que son el nexo, la devoción que liga a las tres mujeres. Canciones que brotan espontáneas de la banda de sonido, reflejando el estado de ánimo de los personajes, que las escuchan, las actúan, hacen fonomímica, según la situación. La muerte del gran divo se produjo en la semana del estreno y JMM agregó al programa un texto, Honrar a Sandro, donde declara que cada función ha de ser un homenaje a la memoria del ídolo.
Fuego entre mujeres, de jueves a domingo a las 21.30,
en el Petit Tabarís, Corrientes 829, 43945455, a $ 70
Fuego en AMerica
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‘Fuego entre mujeres’, con Irma Roy, Dalma Maradona y Mónica Salvador, cuenta la historia de tres generaciones y los personajes están atravesados por algo: las tres son adoradoras de Sandro. Además de que la obra habla de Sandro, la escenografía tiene fotos e imágenes de él y la banda sonora entera es suya. La empecé a gestar hace mucho tiempo atrás, de hecho es una remake de ‘Piel de chancho’ que hice hace varios años pero está reescrita para estas actrices. Es otra obra basada en la anterior. Comencé a pensar en él mucho antes de que se desencadenara este final y me parecía muy atractivo que el público joven que sigue mis espectáculos conociera a Sandro. No me propongo explorar el mundo femenino pero me aparece. A las mujeres actrices les cuesta mucho menos que a los hombres actores encarnar mi teatro que tiene mucho de riesgo, de visceral y de un montón de cosas que son propias de la conducta femenina. Irma, Dalma y Mónica en ningún momento tuvieron resistencia a lo que yo propongo entonces era un encuentro a diario donde pudimos trabajar en profundidad sobre la actuación. Hay determinados nombres del mundo del espectáculo que, combinados conmigo, configuran una cosa y en otras obras no. Puedo estar con diferentes actores que se resignifican en su trabajo conmigo. Mi obra ‘En la cama’ recorrió el país, países limítrofes e incluso se estrenó en otras partes del mundo con otros elencos y direcciones. La versión que tengo actualmente en escena en Punta del Este, en el Teatro Nogaró de miércoles a domingos a las 23.30 horas, es posible que viaje a España. El 2009 fue un año poblado de espectáculos exitosos tanto en la escena comercial como en la alternativa. Hubo muchos espectáculos exitosos, no sólo uno y eso habla de la multiplicidad de espectadores, de una conducta de poder ver varias obras a la vez y de entender que está bueno revisitar el teatro cuando uno vio algo que le gustó. Habla de una actividad floreciente y yo creo que va a mejorar en este año. Muchos de los grandes artistas son muy cuidadosos en sus elecciones porque el espectador ya no va más al teatro sólo por el nombre: el público cada vez indaga más en la obra. En febrero repongo ‘Escoria’, un espectáculo que me dio enormes satisfacciones, que habla de lo efímero de la fama desde un lugar muy sensible con diez actores que se arriesgaron mucho conmigo. En abril estreno ‘El anatomista’, el best-seller de Federico Andahazi en versión para el teatro, que va a protagonizar Alejandro Awada, Antonio Grimau, Walter Quiróz, Sofía Gala, Romina Ricci y Alejandra Rubio. Tengo multiplicidad de actividades muy diversas. Estoy escribiendo varias obras, una se llama ‘Tres mitades’ que habla de la incompletud en el amor y después estoy haciendo una investigación sobre la exposición de la vida personal a través del facebook, que es un espectáculo que quiero hacer en la segunda parte del año dentro del circuito alternativo.” “Fuego entre mujeres” se presenta en la Sala Petit Tabarís, Corrientes 829, de jueves a domingo a las 21.30 horas.